¡Bienvenidos de nuevo!
Hoy hago una entrada excepcional con motivo del día contra la violencia machista, esa lacra que a día de hoy cobra fuerza ante la perplejidad de un mundo más moderno y mas abierto, donde creemos que la libertad ha invadido las calles y los hogares. Y no es así.
Me trato bien, y me voy. Una gran frase. Pero eso será si te dejan.
Porque la persecución, la vigilancia que ejerce el agresor hacia sus víctimas, el acoso y el sentimiento de posesión, que se traducen en: yo te quiero tanto, que hasta luego me suicido porque no puedo soportar haberte matado…, eso indica o bien el grado de enfermos psiquiátricos que deambulan con total impunidad, desatención sanitaria y descontrol familiar por las calles, o bien que la maldad campa a sus anchas.
Sea como fuere, la sociedad, la familia, la medicina psiquiátrica y la justicia han de conformar un estrecho lazo capaz de hacer frente a esta amenaza constante.
La protección y la asistencia a las víctimas, sean mujeres, niños o familiares de éstos y también a las posibles víctimas, que detectan conductas extrañas o amenazas sutiles y que quieren desvincularse de estos hombres violentos, han de encontrar salidas diligentes y efectivas que les permitan vivir con seguridad. La angustia, la ansiedad y la determinación frustrada de estas mujeres y niños que luchan por zafarse del mortal abrazo de la ira de su pareja y padre, en buena parte es debida a la situación económica precaria de muchos de estos casos. Otras por falta de apoyo, por falta de credibilidad y también por la abducción emocional que el agresor ejerce sobre sus víctimas.
Y porque ni la atención psiquiátrica, ni la prisión preventiva adecuada, ni la vigilancia de los agresores están siendo bien encauzadas y aplicadas. No es una valoración gratuito. Me remito a las cifras de muertes violentas por este motivo, que constatan el fracaso del abordaje que se hace de esta problema, seguramente no por falta de buenas intenciones, sino producto de unas estrategias des coordinadas en el tiempo y de una tecnología insuficiente o inadecuada que tiene numerosos fallos.
¡BASTA YA!
Cualquiera de los gobiernos que estén ahora y en el futuro próximo en el poder han de proporcionar las herramientas legales, sociales, médicas y educativas y también económicas para atender con urgencia y de manera contundente a las familias o personas que están en riesgo.
¡Sus vidas dependen de ello! Mañana ya es tarde...
Hasta la próxima entrada.
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