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sábado, 13 de octubre de 2018

Y Narciso cayó al agua...

¡Bienvenidos a esta nueva entrada!

Ha sido un largo paréntesis sin escribir en el blog. He tenido que aparcarme un tiempo para lidiar con asuntos propios y para  escribir, pues estoy acabando mi  última novela. No doy abasto. Y además caí en las redes…  ¡Nunca lo hubiera imaginado! Cuando no es el teléfono, es contestar los mensajes de Facebook, y cuando no, Instagram o el mail.   ¡Hasta aquí he llegado! ¡No puede ser!





    Aparte de la época estival,  que propicia estos parones veraniegos, las redes nos enredan —valga la redundancia—  y  nos comprometen, porque hay que contestar, —por interés y por  cortesía—.  Pero tras esta época  frenética y novedosa  en que he debutado en ellas, he llegado a la conclusión de  que tengo que administrar un tiempo determinado para estos asuntos sociales y publicitarios. Se hace necesario  que administre mi tiempo de otra manera. Por salud mental, familiar y social.

Estos medios tecnológicos son estupendos, magníficos para relacionarnos y saber de los demás  e intercambiar opiniones y compartir afinidades; también para  dar a conocer nuestros proyectos, pero como diría mi abuela,  al final nos sorben el seso.  Y aún mas. Los ojos. La mirada. El pensamiento.

He descubierto  tras utilizarlos,  que mucha gente vive de las imágenes, como las abuelas que van a la peluquería y solo pasan las hojas para ver las fotos y no leen. En ellas lo entiendo, pues tienen deficiencias visuales y solo miran.    Pero…. ¿y los jóvenes y de mediana edad?  Apenas  leen. Ni ha dado tiempo a que acabara de colgar algún post con parrafada incluida, y ya tengo varios me gusta. ¡No les da tiempo de leerlos!  Valoran la imagen. Lo que  miran:  fotos, stickers , gifs  y vídeos. Los clics son compulsivos. A mi también me ha pasado.  Afortunadamente también se cuelan  en las redes escritores, poetas y artistas, agencias de viajes y páginas de naturaleza y ecología, de manualidades. Y así se hace mas ameno. Y también  mas adictivo…¡¡Allí encontramos todo lo que queremos.!!



Me preocupa profundamente que  en las nuevas generaciones hay grupos numerosos de jóvenes y no tan jóvenes, que parece que solo están pendientes de acumular seguidores, y conseguir me gustas.  Su interés principal es hacer  movimientos repetitivos ,  fotos  enseñando la lengua, o parte de su cuerpo,  haciendo muecas para acumular  todas —las Kas—  que puedan para destacar en el ranking de seguidores. Eso es vital. No hay vida mas allá de los seguidores.  No tener muchísimos seguidores supone un fracaso social y personal. 

En mi reciente debut en Instagram,  hace unos meses, me he quedado estupefacta  de encontrar páginas en las que solo hay fotos-fotos- fotos -fotos -fotos, del cuerpo serrano. Y está bien. Hay mucha gente guapa por el mundo y es agradecido mirar un cuerpo hermoso. ¡¿Y que más?!… Porque sería bueno que  hubiera algo mas. Entiendo que los que son modelos tengan la casa, la Oficina, y todas sus páginas virtuales empapeladas con sus fotos, pues viven de ello.

Pero la gente joven que esta estudiando -o no-, que dedique  la mayor parte de su tiempo libre a confeccionar estos looks, para obtener el selfy mas fashion para obtener miles de me gustas,  sin mas motivación que esa, me parece incluso peligroso. O que algún ministro/a, esté en el congreso jugando o mirando una pantalla, en vez de atender, ya es el colmo. 

                                             
La recompensa constante—ante ningún esfuerzo mas, que  el de buscar el tiempo necesario y el escenario idóneo  para hacer la foto—, para recibir una aprobación continua, y una demanda  de atención continuada las veinticuatro horas, probablemente modularán  una baja tolerancia al fracaso.   
Regalarse los oídos —o en este caso los ojos—, ante tanto corazón y ante tantos likes4likes difícilmente proporcionará elementos de contraste  y de maduración en estos jóvenes que quizás no  toleren o no encajen los — ya no me gustas, —o—,  no voy a estar pendiente de ti todo el día.

Es fácil acostumbrarse a que la gente se vuelva adicta a tí y a tus cosas. Pero  puede  alimentar una falsa autoestima.  Si uno necesita de la aprobación constante de los demás para sentirse bien, —y con el agravante de que es solo imagen lo que muestras— me parece que si es el único,  no es un buen camino.


                                   

Puede ocurrir que cualquier  circunstancia ajena, fortuita o accidental rompa el efecto espejo. Incluso una gota de agua, interrumpirá esa contemplación  y moda fashion y las ondas distorsionarán esas fotos que hacemos o contemplamos  con una asiduidad enfermiza. 
¿Como afrontarán la distorsión de su imagen estas nuevas generaciones,  con la evolución y el desgaste de la edad o con las modificaciones naturales, como pueden ser el embarazo y la lactancia si solo  han centrado  si interés en una figura perfecta? 

Preferiría pensar que bien, pero podría resultar ser una fuente de dificultades y frustraciones. Los educadores, padres y maestros no deberían perderlo de vista.  Y esto lo comento  expresamente porque me quedé pasmada escuchando la  conversación de unas jóvenes adolescentes: completo rechazo a la maternidad y a la lactancia, porque —como decían— es un rollo y un pestiño lo gorda y deformada que se pone una. Que se embarace otra por mí,  fue la joven mas contundente, pues no se refería a ningún problema de fertilidad, sino por una cuestión meramente estética.  Tengo en cuenta que eran adolescentes —que es un parámetro a tener en cuenta—, pero da que pensar.

En estos meses  también he observado las  fotos, escenas y vídeos que se cuelgan y  que me llevó a reflexionar  sobre la intimidad que se comparte en las redes. Encuentro muy desafortunado el que se comparta casi todo en las redes.  ¡Todo no, por favor!  Cada uno tiene su intimidad, sus momentos, su privacidad.  Se desvelan así datos, vivencias, relaciones, estados de ánimo y otras cosas que no deberían de concernir a esos "amigos", que no son tal.  Y que si lo son, además lo está "mirando" mucha mas gente de la que no tenemos cons-ciencia.  

Aquí también  quiero hacer una mención especial. Encuentro una perversión de la palabra amigo en las redes.   Afortunadamente,  se va distinguiendo con  la palabra "seguidores"… Amigo no es cualquiera que ha visto una foto y le gusta. La palabra conocido, está en desuso.  Conocer " de vista", conocemos a mucha gente.  Pero un amigo es algo más. Y buenos amigos solemos tener pocos. Tenemos seguidores, contactos y afinidades. Conocidos. Colaboradores. Compañeros. Amigos. Familia. Y cada cual tiene en valor,  un espacio y unas necesidades; un tiempo de dedicación diferente…  También es cierto, que  las redes han proporcionado contactos que luego han acabado en una buena amistad.  Cada cual saque sus conjeturas.

El tiempo de dedicación…. Un handicap.   Precisamente,  justo  he comenzado un proceso de racionalización y de organización del tiempo que dedico a cada una de las redes con las que  me relaciono… ¡Que distorsion social y familiar!   ¡Vale la pena reorganizarse y reencontrar esas miradas de nuevo! Estaban ahí..., pero estamos tan distraídos mirando la pantalla del móvil, que no nos damos cuenta...



Encontráis  que falta algo al lado de la taza de la imagen?  El móvil, por supuesto. No está.

¡Fuera móviles en la mesa  mientras comemos! No interrumpamos la atención que prestamos cuando estamos hablando con alguien in situ…cara a cara.  Es lamentable que la influencia de las redes nos interrumpa continuamente con nuevos mensajes y posts.  Porque nosotros lo permitimos. Porque nos dejamos llevar por la compulsividad de contestar la llamada o el aviso del tweet, el Fb o instagram.   ¡Fuera móviles de la mesilla de noche en la habitación!  Fuera zumbidos. No es saludable, ni orgánica ni mentalmente.  La calidad de la relación que establecemos con los demás es esencial.  Y el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos también.

El silencio es importante. Nos ayuda a relajarnos, a reflexionar.  Existen estudios que dicen que el cerebro necesita un mínimo de silencio cada día.  Dosificar el uso del móvil y la dependencia que tenemos de esta maravilla de la tecnología es muy aconsejable.  Disminuir el estrés que nos impone el frenesí y el estrés de la vida cotidiana, saturando los pocos momentos en que no estamos pendientes de algo, es ínfimo. Necesitamos un ratito de silencio, de ocio, de no hacer nada. Silencio. 

La inmediatez en las repuestas telefónicas, los wtsps, audios, tweets, Faecbook e Instagram, se ha convertido en una frenética actividad que tiraniza nuestra vida cotidiana.  Secuestran nuestra atención y nuestro bienestar. Desbancan al confort……¿Seguro?

 ¡¡Mentira!!  Precisamente su peligrosidad está en que aprendemos a sentirnos confortables en este bullicio y frenesí compulsivo.  Precisamente — el disconfort—  llega cuando no tenemos el teléfono a mano, cuando no nos llaman, cuando no tenemos ese contacto virtual habitual.  Es  entonces  cuando nos ponemos ansiosos y nos sentimos vacíos. Nos falta algo.  Desorientados  ¡¡No podemos hacer nada!! ¿Es esto normal? No.
Esto también me ha pasado a mi.  Y por ello no he podido menos que reaccionar  a tiempo y reflexionar sobre todas estas circunstancias.  Y compartirlo con vosotros. No queda otra que acotar los tiempos y administrar bien los afectos. No es fácil, pero se puede.

Solo un par de recomendaciones mas:

Si lees, des-movil-izate.  Si charlas con alguien, des-movil-izate y préstale atención. Y  sugiere que haga lo mismo.   Si escuchas música o ves una película, disfruta de ella y des-movil-izate.

Y así como es bueno movil—izarse para realizar acciones y actividades  sociales e interesantes,  para poder hacer otras es  necesario "des— movil— izarse".


"Cons-ciencia tu vida".  "Consciencia tu tiempo".  Preserva tus momentos de intimidad para contigo mismo y para con los demás.  Acota el tiempo  que dedicas a  las redes.  ¡Es saludable!

En fin, la entrada de hoy  ha sido un reencuentro con los lectores que seguís mi blog.  Pude conciliarme con las redes y con otros vericuetos que no vienen al caso…


Aqui os dejo mi pagina de Instagram por si os apetece curiosearla,  😏pero no abuséis…  

@florasmithbcn

#cons-cienciate   #des—movil—izate   #pon-cota-a-tu-tiempo-en-las-redes


¡Hasta la próxima entrada!