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viernes, 1 de febrero de 2019

¿Y luego qué…? Velas en el horizonte.


¡Bienvenidos a bordo!

Tras un tiempo en varadero, este blog retoma su singladura con el nuevo año.
Nunca mejor dicho, pues buscando en las redes alguna imagen o video con que me motivara para amenizar esta entrada, me he topado con un viejo conocido: El Bergantín  Tres Hombres. Con mayúsculas.



Instagram: @treshombres.rum.   y  @treshombres.shipping

Aunque este bonito vídeo es del 2012, me satisface corroborar que  estos pioneros—a día de hoy—  siguen surcando los mares en su labor comercial con el transporte de algunas  preciadas mercancías: café, cacao, ron, etc.   Un transporte sostenible y una forma de vida diferente que un día resolvieron comenzar estos emprendedores, para no colaborar con la contaminación del medio ambiente y de los océanos y mantener una forma de vivir diferente, pero buscada, que es su relación con el mar.

¿Sabéis que el transporte marítimo es la 6ª causa de contaminación ambiental en nuestro planeta azul? Podéis curiosear aquí : http://www.localizatodo.com/home.html

¿A que esperamos para apoyar el transporte marítimo sostenible?

El timing, la velocidad , "la cantidad", de productos que se mueven  los grandes buques para obtener un gran volumen comercial que abarate costes a los que gestionan la venta de estos productos — y sobre todo, las  enormes distancias a las que se trasladan las mercancías,  de una parte del mundo a otra— muchas veces sin mayor objeto que los réditos de contratación de los espacios o condiciones laborales, así como el modo "just in time" precisamente  para que las fábricas y almacenes NO  hayan de tener naves de  almacenaje ni stocks—, obliga a mover   TODAS LAS MERCANCÍAS, EN TODAS LAS ÉPOCAS DEL AÑO Y POR TODOS LOS MEDIOS: AÉREOS, TERRESTRES Y MARÍTIMOS—.   

Estas políticas y actuaciones  fomentadas por la globlización han resultado ser el mayor dinamizador del consumo desorbitado de combustibles  fósiles y del incremento de las emisiones de CO2. Grandes buques portacontainers, cruceros, petroleros, aviones, camiones… ¡por miles de millones, las 24 horas de cada día! Año tras año. 

Todo ello  se ha desbordado  socialmente.  Además esta conducta empresarial reiterada, se ha trasladado al comercio hasta el nivel del consumidor de a pie,  por un hábito inculcado expresamente e integrado ya en nuestras mentes: el usar y tirar.  Una  costumbre cotidiana  y frenética que ejercemos durante las 24 horas durante 365 días del año.
Probad a hacer una lista con todas  las cosas que tiráis desde por la mañana hasta por la noche, durante una semana. Y calcular el volumen de bolsas de basura y productos tóxicos que generaríais en esa semana. ¡Probablemente llenaríamos la habitación hasta el techo!

La industria del envasado ha de replantearse  esa escalada vertiginosa  que ha emprendido con el hipermegasuperenvasado,  como dicen nuestros jóvenes.  Es impactante y nos adentra en una vorágine y volumen de basuras inadmisible.

El caso es que, año tras año,  se nos ha abocado y acostumbrado al despilfarro y a la desvalorización. A un consumismo frenético. Esto es un gran y complejo tema a reflexionar, precisamente porque abarca a todos los ámbitos de nuestra vida: higiene, educación, sanidad, laboral, construcción, movilidad, alimentación, industria, basuras, salubridad, etc.   Ya sabemos que la reeducación y la reordenación social e industrial  actuará lentamente pues  para — "con-s-cienciar-nos"— los humanos,  necesitamos tiempo y que, además, no nos pongan mas trabas en el camino que deshagan lo logrado… Es difícil. Pero no imposible.

Es evidente que no es posible ni deseable sustituir a todos  estos grandes buques  mastodonticos transportadores de objetos de consumo— muchos de ellos superfluos—y que es complicado racionalizar la hipermovilidad de las  de personas. No podemos dejar de viajar en avión o en un Ferry. Pero está claro que no es sostenible vivir en Barcelona y trabajar en Gerona, o Tarragona o Londres o París cada día.   Y mucho menos ir de compras  o de finde asiduamente a otro continente a golpe de combustible y CO2…a low cost.

Low cost. Esto ha resultado ser un despropósito medioambiental, por su gran repercusión. La industria aeronáutica—sin control—  se ha desmandado. Es una locura.

¿Como puede ser que me cueste menos un billete de avión a cualquier ciudad europea, que un taxi a la periferia de la ciudad?

Está claro que tenemos que viajar. Pero, o racionalizamos los viajes, o ponemos cuotas de consumo por persona  en los desplazamientos, o utilizamos otros medios que no contaminen.  Y para eso, la industria y la tecnología han de crearlo. ¿

¿Que no podrá hacer en la tierra la industria aeronáutica, si es capaz de llegar a Marte y mas allá….?
Es imprescindible que los gobiernos apuesten por  la investigación en nuevos medios de transporte sostenible , o por la modificación en los combustibles y maneras de propulsión, que por falta de tecnología, no será…  Si destinaran los recursos que dedican al armamento y a las guerras, a estas investigaciones, iríamos mejor.  Al fin y al cabo los inventos estelares de la humanidad en el siglo pasado comenzaron a investigarse y se crearon para las guerras….  ¡Pasemos esa página!

La logística que han generado los intereses comerciales,  empresariales, bancarios y políticos — que  son los que nos han creado necesidades al usuario y al cliente— , y los que nos han proporcionado los vehículos, artefactos y otros  productos contaminantes, no obstante, no puede desacelerarse bruscamente, ni de hoy para dentro de un par de años, para no colapsar el sistema.

Pero podemos cambiar el chip, y  también el vector de aceleración, para contribuir a mejorar la calidad del  medio ambiente; para fomentar un comercio y una movilidad mas racional y para crear puestos de trabajo y formas de vivir que mejoren la calidad de vida de las personas. Para vivir mejor y a un ritmo mas natural. Los pequeños productores pueden tener una salida al mercado de una manera mas accesible y diferente, lejana a las exigencias de las grandes superficies y a la  decadente calidad  y sobreexplotación de los  recursos que exigen algunos mayoristas e intermediarios sin escrúpulos. Nosotros solitos, los consumidores hemos barrido al pequeño comercio. Cierran tiendas de alimentación, de moda, librerías, pescaderías….  Preferimos ir a comprar a las grandes superficies. "Necesitamos comprar ajo negro, manzanas violetas y berenjenas de color fucsia, para hacer un plato delicatessen. No importa que vengan de los confines del mundo y que el coste ambiental de su  transporte sea inasumible.  Vivimos en una sociedad que valora en exceso la imagen y las innovaciones superfluas con que redecorar nuestra vida, — mientras deglutimos piretrinas, bencenos , mercurio y aluminio aliñados con berenjenas, ajos y manzanas— ...

Volviendo al transporte  más sostenible, cualquier alimento o mercancía no perecedera,  podría transportarse allende los mares con barcos a vela. De hecho ya existen algunas empresas con estas características. Ya hay navegando algunos  preciosos barcos veleros-cargueros por los océanos:  los Sails Cargo. Son pocos. Apenas actúan como los embajadores de una idea, de una conducta y de unas actividades comerciales sostenibles, que aún hoy día, quizás no  puedan ser accesibles a todos los públicos…. Necesitan mas tiempo, veleros mas grandes  y empresas que se impliquen en sus actividades, como para rentabilizar y abaratar los productos.

No es nada nuevo. Ya lo hicieron en su época, las flotas de los grandes clíperes como el Cutty Sark, que transportaban té, con la connotación de que su exquisitez dependía del  tiempo transcurrido desde su recolección y de su estado de conservación, para evitar mohos y su oxidación; el excelente estado en que llegaba a Londres — y que daba fe de ello el palacio de Buckingham,  regio receptor de la llegada del primer fardo de té— lo que me permite intuir que hay muchísimos productos —no tan delicados como el té— que podrían transportarse a vela.

Tambien existió la llamada Flota del Grano, destinada a transportar cereales, en su mayor parte cebada y trigo, en grandes veleros como el Pamir. Pueden transportarse frutas como cocos, frutos secos, etc.  Nuestro centenario pailebote Santa Eulalia— amarrado en el muelle de Barcelona—, sabe bien de estas tareas, pues este barco  las realizó  entre  las Baleares y electoral mediterráneo si no recuerdo mal.  Transportó material de construcción, sal, madera, cerámicas, madera y otros productos. Los pailebotes son un tipo de velero muy adecuado pues  su diseño permitía que su gran bodega albergara almendras y aceite entre otros  cuando navegaban rumbo a Cuba y a diversos lugares de Centroamérica y a la vuelta regresaban cargados con  azúcar, ron, tabaco, café, etc.  Los veleros con velas cuadras son idóneos para cruzar el atlántico empujados por los alisios...

¿Qué no podremos hacer  hoy día que no hicieran nuestros antepasados con galeones, bergantines y fragatas  desde el siglo XVI  y con muchos menos recursos?

Y no me refiero solo al transporte transoceánico de ultramar…. 

 ¿Acaso no podríamos transportar productos entre el Mediterráneo en un circuito Barcelona y Tarragona y  Valencia en barco? ¿Porque no transportar  productos y pasaje a las Baleares, Cartagena, Málaga, Francia mediterránea, Italia, Grecia, etc?  por citar algunos puertos importantes del litoral mediterráneo.  Y ya en la costa atlántica ¿porqué no  crear una línea de transporte entre Canarias, Huelva, Cadiz, Portugal, Galicia, Cantabria y País Vasco?  ¿O entre Francia e Inglaterra; entre Inglaterra e Irlanda ú Holanda, Alemania y mas allá…?

¿En qué barcos podría hacerse hoy día?

El caso es que podrían recuperarse fragatas y goletas   antiguas de las que todavía quedan para reunir una flota de transporte, dando un nuevo valor a estos veleros con la energía del viento:  más lenta,  sostenible,  y medio ambientalmente  saludable.  Y  por supuesto construir nuevos barcos veleros mas ergonómicos y adecuados a lo que tuvieran que transportar...

Existen muchos barcos en los cementerios navales de algunos puertos y algunos de ellos podrían ser candidatos a un nuevo arbolado y rehabilitación, como ocurre  con el SV Brigantes, un barco recuperado de mas de un siglo ( 1911)  que va tomando forma y lo están rehabilitando  en Trapani
( Sicilia / Italia)

Esta nueva tendencia nos permitiría minimizar  gasto de combustibles y sus emisiones, pues los veleros tan solo utilizan el motor  para maniobras de emergencia y para la  seguridad en la entrada y salida de los  puertos. El motor podría ser eléctrico o de hidrógeno, o de agua de mar,  rizando el rizo.

No es una quimera. Es posible. No para todo; pero sí,  para muchos productos.  Estos barcos Incluso podrían ser mixtos de pasaje y carga, como se hacía en la antigüedad.  Algunos de estos barcos que os doy a conocer,  tambien ofrecen la oportunidad de trainingship  ( buque-escuela)  y  en algunos casos admiten pasaje en alguna de sus  singladuras o viajes.


Me gusta pensar que el horizonte se cubriera de nuevo con grandes veleros silenciosos y  emblemáticos que contribuyeran a disminuir el número de las grandes moles de containers metálicos que transportan los enormes buques mastodonticos.

Para optimizar  el coste del transporte, frecuentemente los cargueros mastodónticos — por  la pérdida del centro de gravedad, debido al oleaje y a la altura de su carga— ,  pierden numerosos y enormes containers  de los que llevan apilados, que se hunden irremediablemente en las profundidades de aguas azules de los océanos, en mar abierto. Nadie va a recuperarlos.  Nunca.  No se puede. Con un poco de suerte algunos acaban varados en las playas… y otros quedan depositados en el cementerio oceánico junto a los barriles radioactivos que ese corroen en el fondo…. ¿Hasta cuando vamos a envenenar el planeta?

La meteorología es la mayor adversidad del transporte naval. Y el exceso de la  altura de la carga de  los containers, para "optimizar" la rentabilidad del viaje, es un  alto riesgo conocido por todos. Aún así, tientan la suerte. Pagan los seguros. Pero sobre todo, lo paga el medio ambiente. 

Me gusta pensar que la enormes hélices  de esos mastodontes con su velocidad  vertiginosa, —esa  que hiere a menudo, los lomos de las ballenas,  o las mata, pues las ballenas nadan mas lentamente y sí o sí, tienen que salir a respirar—,  afortunadamente no estarán presentes en los buques de vela pues están dotados con  hélices mas pequeñas y sobre todo, porque navegan a una velocidad menor y mas respetuosa con el ritmo del océano y sus especies.

Al ser barcos  relativamente pequeños en comparación a los trasatlánticos, petroleros y otros, la relación de estos veleros y  de sus gentes con el mar —no se adultera—, porque no se olvidan del medio al estar en permanente contacto y simbiosis con él.

Me gusta pensar las toneladas de combustible y de emisiones contaminantes que se ahorrarían con este medio de transporte a vela  implantado globalmente en todos los puertos del mundo, pues ayudaría a atenuar el maltrato que  infringimos al planeta, pues respiramos y nos alimentamos de él.  Lo poco va sumando… Lo pequeño es importante.

Por otra parte, se dinamizaría  la utilización de los  astilleros artesanales que aún quedan,  pues la construcción de esta hipotética flota sostenible, iría recambiando y reponiendo los empleos que, al automatizar la construcción de los grandes ferris y fragatas se pierden por la finiquitación de los empleos cada X años.  Los veleros necesitan personas. Personas disciplinadas. Profesionales. Asertivas. Empáticas. Convencidas. Ilusionadas. Trabajadoras. También supondría una recuperación de  algunos oficios  artesanos que se están extinguiendo y que recobrarían un nuevo impulso con el manejo de la cabuyería, la construcción de aparejos, jarcias y velas  para estos nuevos barcos.

No soy ingenua y el mayor problema  ante este nuevo horizonte, es sin duda  la gestión del poder y su repercusión económica. Le siguen en dificultad, la velocidad y la inmediatez de las entregas; el dar el servicio; contentar al  que procesa el producto  y también al consumidor. ¡Ojo con el timing!
Y con el servicio logístico Just in time. Esa vorágine velocista, sincronizada que hemos creado y que devora nuestro tiempo con ansiedad y frenesí. Descoloca las producciones y  el funcionamiento de los servicios si falla...

¡Que mal nos lo montamos!  Siempre con prisas, con nervios, con ansiedad y con estrés.

Es necesario que reflexionemos.  ¿En serio todo lo necesitamos para  ¡ya! o para ayer…?  La velocidad, la inmediatez y el "tener -de -todo /en -todo- momento y -en-cualquier-epoca-del-año"es la epidemia de nuestro tiempo en los países desarrollados, donde derrochamos recursos, objetos cotidianos, aparatos y máquinas y  también alimentos con muchísima  indolencia. Tiramos ropas porque cambio la moda, compramos compulsivamente  y nadie recuerda ya como huelen el aire, o  los guisos, y quizás, hasta las personas, pues existe una obsesión en que todo huela bien, e igual e inundamos nuestras casas y comercios con ambientados y olores fuertísimos. Y la paradoja es que  perdemos de vista que nuestras frutas y alimentos ya no huelen. No huelen a nada.

Un elemento  muy distorsionado  en nuestra sociedad es la falta de paciencia. La irritabilidad ante cualquier cosa que interrumpa nuestras previsiones.  El capricho exponencial. La sociedad actual  está impregnada con una impronta global  que es compulsiva por definición.  La desmesurada competencia. El desmesurado consumo. La desmesurada manipulación que se hace en los medios publicitarios y redes sociales con  los que se nos redirige la atención y se fomenta  la compulsión para  aumentar el consumo mas y mas. Sufrimos de Ansiedad y visceralidad y exigimos  satisfacción al momento.  Likes, likes, likes. Selfies. Fashion. Top...

Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar….  ¡¡Basta!!

Se está instalando en nuestras  diversas culturas el concepto de vive hoy. Aquí  y ahora. Y nada mas. no import el luego. Vive el momento a tope, que mañana no se sabe…
Y esto me hace pensar que aunque vivir el aquí y ahora por si mismo es muy  bueno y positivo para liberarnos de la ansiedad y para  disfrutar del momento con plena "con-s-ciencia"—también es cierto que esta filosofía malentendida—, buena parte de los humanos — la prostituimos o tergiversamos en una oda a la comodidad— . A falta de reflexión.  Nos aboca a la impunidad; nos aligera y distorsiona  la conciencia y  la carga  que supone el asumir nuestras responsabilidades para con el día de mañana; ese que estamos condicionando con nuestras acciones y sus consecuencias...

¿Y luego, que?  ¿Qué mañana dejaremos a nuestros sucesores? Pensemos. Y actuemos.

Es bueno  saber de donde venimos. Es bueno vivir el aquí y ahora. Es bueno  reflexionar y ser responsables de las consecuencias de nuestras acciones.  Hoy, aquí y ahora estamos influyendo negativamente en nuestro planeta  con innumerables y agresivas actuaciones tóxicas y  intervenciones geológicas y espaciales donde vertemos mas y mas basuras de toda índole.


Tenemos la responsabilidad de  velar por ello, cada cual con lo que pueda aportar, que siempre  es mas de lo que nos imaginamos. Cada individuo tiene fuerza y capacidad de decisión. Coraje. Determinación.  Podemos cambiar el rumbo. Nuestras acciones cotidianas como reciclar, reutilizar y evitar la contaminación ambiental, freática, terrestre, etc.  tienen gran valor en las repercusiones propias  del medio donde vivimos, y también en las del medio ambiente global.

Si minimizámos la contaminación e intoxicáramos menos la tierra, limpiaríamos los ríos.
Si limpiáramos los ríos, no ensuciaríamos el mar. Si limpiámos el mar, comeríamos mas saludable y  protegeríamos sus especies. Si  la lluvia que cae del cielo fuera limpia ( que no lo es), iría saneando la tierra y el aire, tanto en cuanto no utilizemos pesticidas ni insecticidas contaminantes. Es un ciclo cerrado y vicioso que hay que romper….  

Disculpad tanta redundancia, pero es que a veces nos olvidamos de que este ciclo existe y solo pensamos en lo que vemos o lo que conocemos… Por eso he querido enumerarlo expresamente.

Tenemos que ser conscientes de que cada día  que pasa todos tenemos una gran oportunidad para disminuir las acciones tóxicas que realizamos en el medio ambiente.  La industria y el comercio han de reinventarse en modo ecológico. Y los políticos también. Cada uno de nosotros podemos presionar con nuestra actitud, con nuestra firmeza el cambio que queremos en nuestro horizonte.  Los consumidores tenemos el poder de comprar.  O no comprar. Consumir, o no consumir.

Ese es el valor de las asociaciones, las agrupaciones, de los voluntarios y las Ong, y también —porque no— , de  todas las empresas comerciales e industrias que se presten a colaborar y a reinventar el futuro. No son el enemigo.  Los  empresarios emprendedores son importantes para el futuro si  tienen una clara visión medio ambiental y  deberían liderar la industria, las empresas y el comercio, el consumo racionalizado. Esta nueva conducta, con su plan de choque podría aportar mucho al medio ambiente y a su conservación, además de garantizar su  lícito negocio empresarial.

El motor de hidrógeno, o el motor de agua de mar —esos que no se quieren fabricar para uso cotidiano— nos  demuestran la doble moral que existe en los grandes monopolios y  en la política global.

En estos momentos, se está centrado la atención en el stop plásticos. ¡Ya era hora! Llegamos tarde, pero bueno,  ya estamos en ello.  Con los combustibles pasa lo mismo.  La política y la industria se están centrando solo en los automóviles, que no es poco. Pero no es todo.

Nadie habla de los aviones. Ni del exceso de calefacción  en invierno,  ni del desmesurado frío que disfrutamos en verano en los  lugares públicos y grandes superficies y oficinas; en los hoteles; en el hogar.  ¿En serio hemos de estar a 24 grados siempre?  ¿Invierno y verano?

Esto ocurre en los países desarrollados. Nadie habla  del exceso de químicos ambientales, detergentes,  ambientados derivados del petróleo, ni de la ingente cantidad de productos productos de limpieza que son muy contaminantes; ni de los aceites domésticos ni de los industriales; de los venenos  y tintes ni de la  tóxicidad de los metales pesados, que son un veneno de gran impacto para nuestra salud. También.

¿Quien piensa en el impacto  de toxicidad química  que pueden tener los trillones de baterías funcionales  que luego, años mas tarde  serán desechadas por la implantación de los coches eléctricos?   Y con referencia al  impacto del electromagnetismo que puedan generar  el gran acúmulo de estas ondas  en la salud...¿lo ha estudiado alguien?

El ser humano dispone de una gran inteligencia, que en demasiadas ocasiones utiliza para crear muchos y grandes problemas, pero también está capacitado para encontrar las soluciones.

Todo depende de su elección.  ¿ Por qué apostamos?

No se puede desacelerar el ritmo frenético  que nos han impuesto la logística y el just intime, en el ámbito industrial, comercial y social en poco tiempo. Se colapsarla el abastecimiento.  Pero sí que  podemos establecer pequeños cambios programados y racionalizados en el tiempo  en un relativo corto y medio plazo, para una transición, por ejemplo en el horizonte de la próxima década.  Se hacen necesarias y urgentes legislaciones ambientales que condicionen a la propia industria de fabricación, ya en su origen, con unos "tempos suficientes" para su adaptación y reinvención tecnológica y para que puedan adaptar o renovar sus sistemas productivos y su logística. Para que puedan redefinir sus productos.  No valen las multas. Esa pantalla tiene que desecharse como única penalización, como se ha hecho hasta ahora.


 ¿Estamos dispuestos a quitarnos la venda de los ojos?

La racionalización de los recursos y  la desaceleración en el consumo y en la velocidad de nuestra manera de vivir, tendría, —si hipotéticamente estuviéramos dispuestos a vivir mejor  y de manera mas sostenible y saludable, (aquí y ahora)—, insisto..., tendría que ser con una planificación muy detallada  a medio y largo plazo, para no crear cuellos de botella en el sistema industrial,  tanto en la  logística como por supuesto tampoco un sentido de vacío y de desgracia que importaría en ese consumidor compulsivo en que nos hemos convertido todos. Unos mas. Y otros  menos. Hay que comenzar a reeducar  el consumismo de los adultos, para educar  a los mas pequeños.

Sería bueno decidir — desde este tan cacareado aquí y ahora—, que  es lo que queremos hacer  con nuestro planeta y con  el rumbo a que estamos llevando a nuestro medio ambiente y nuestras vidas, nuestra salud;  tenemos que intervenir positivamente en el mundo que dejaremos a nuestros hijos y nietos.

Tenemos que cambiar este rumbo suicida ….  Nuestro planeta es  demasiado bello para destruirlo. Y nosotros demasiado importantes, como para sucumbir a la estupidez.

                                                        ********


Afortunadamente, algo se está moviendo en el mundo y se suman gentes y  nuevos proyectos para emprender un nuevo camino en el transporte sostenible. En este caso me centraré en el transporte por mar, con el empuje del viento….

¿Comienza una nueva era?  ¡¡Ojalá recuperemos esa otra manera de hacer...!!

Aquí os paso algunos vídeos y enlaces  informativos de este tema que he encontrado en las redes.  Espero que os sean útiles y que los disfrutéis. Y que os aporten ideas y nuevos proyectos.  El futuro se construye desde el presente.


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Desde Cornualles, Co. UK, esta bonita goleta de madera, botada en 2012,  realiza transporte de vino francés y cerveza entre diferentes puntos desde Francia y Portugal.

https://www.grayhoundluggersailing.co.uk/






2017- Chocolate, cafe y te. Y ron. Esto no podía faltar... transportado a Bremen. Alemania.
Charla de Ben, uno de los componentes del equipo de la goleta Avontuur
https://timbercoast.com.   Instagram: @timbercoast







Proyecto Ceiba. ¿Te interesa?  Construcción de un velero  para transporte de mercancías sostenible, y actuaciones de  repoblación forestal en Costa Rica.  www.sailscargo.org

Instagram:  @ceiba_sailscargo






La goleta  Avontuur, promocionada por la  empresa Alemana Timbercoast,
ubicada en  Elsfleth ha emprendido  un nuevo proyecto de transporte marítimo, transportando te, chocolate, café y ron…https://timbercoast.com

Instagram : @Timbercoast






sailboatproject.org    ( Sussex) Co.UK.  dispone de una escuela de vela que utiliza varios barcos : el Jalapeño, Iris, Bessie Ellen y Nordlys   para el transporte de aceite, aceitunas y almendras, entre  diversos países.  México, Portugal…

Instagram:  @sail_boat_project







Instagram  @towt_transportalavoile

Trasporte marítimo  de cacao, vino de burdeos, cafe,  te verde,  ron,  su base está en Douardenez, Port Rhu. Francia ——— Crowfonding Co2 free cargo by sail
#cargosailing




El SV Brigantes, es un barco de 1911 con casco de hierro que estaba arrinconado en el muelle, diríase que  para desguazar.  Pero alguien se fijó en él.  Es el barco gemelo del Eye of the Wind. Y lo están rehabilitando para su uso en transporte marítimo sostenible ( Sails cargo ).
Transportará aceite, café, grano de cacao,  ron y otros productos hasta  el Mediterráneo. Su puerto base está  en Trapani (Sicilia). Italia.   brigantes.eu

Instagram:    @sv_brigantes




¡Buena proa y buenos vientos a todos ellos!


Entonces..., ¿qué?   ¿Abordamos la disminución del CO2 en todos los ámbitos, minimizando los combustibles?  ¿Sustituimos plásticos y pesticidas y nos hacemos con el timón poniendo proa hacia un mundo mejor y mas saludable ?

Aquí y ahora ¡Medios hay! La voluntad y la decisión, son nuestras.



¡Hasta la próxima entrada!