En el dia de hoy, sucede el solsticio de invierno: el día más corto del año. Y en contrapartida. la noche mas larga y misteriosa y que es muy especial para algunos pueblos y su cultura.
Un bonito paisaje de la agreste costa irlandesa
Los nórdicos y los celtas lo llamaban el Yule y era un motivo de festejo en el que se invocaba durante algunos días a los ancestros y a la fertilidad. Algunos de esos ritos, aún hoy día, están vigentes; algunos consisten en guardar el leño del Yule, para prender un nuevo fuego al año siguiente; también se coloca una vela en la ventana y se cuelgan ramilletes de muérdago sobre la puerta, pues los druidas los recolectan de los robles sagrados, donde se adhieren estos ramajes. Con ello conjuran la suerte y la fortaleza y evocan lo sagrado y a sus antepasados. La oscuridad que cubre la tierra durante tantas horas, propicia ritos y supersticiones conjuradas alrededor del fuego, donde algunos seres mágicos y algunos otros invisibles, viajan con las chiribitas en busca de almas inquietas, a las que consuelan y acompañan.
Un duendecillo Sparkish me explicó, que ellos hacen—con sus esquirlas de sílex— las chispas que prenden las hogueras irlandesas en los bosques de Killarney, Wicklock y Tollymore y éstas viajan por los castillos, ruinas y monumentos donde propagan luz, paz y calor, para confort de sus espíritus y de los que velan con ellos la vigilia, hasta el alba.
La emblemática torre de Glendalough
Las chiribitas incandescentes—cuyo fuego inicial traen los Sparkish, desde el reino de Hígneus, en el núcleo de la tierra— vuelan diseminados en un baile eterno con el viento, desde las torres de Glendalough y de Cill ma Duagh y otras más, hasta el círculo funerario de Newgrange, el Bru na Bóine, donde reposaran toda la noche, acompañando la vigilia de los ancestros de Eire, que allí se reúnen.
Bru na Bóine, monumento funerario
Con las luces del alba, el frío viento ulula llamándolas para iniciar un viaje mágico por los castillos de Irlanda, compartiendo los susurros de los antepasados que hicieron eco entre las piedras del Bru na Bóine durante la larga noche. Así pues, las chiribitas se adhieren a los primeros rayos de sol que entran por la abertura del enorme monumento circular y salen al exterior para viajar hasta los diversos portales del tiempo que existen en la isla esmeralda y sus archipiélagos y transmitir su misiva, cual mensajeras del tiempo.
Algunos de estos portales están en Ballysaggartmore Towers, también en el Lial Fail Stone ( La piedra del destino) y en el Bowhole, en Inishbofin Island, entre muchos otros...
Desde el origen de los tiempos, el fuego, su crepitar y la danza de sus llamas nos atraen y embelesan nuestra mirada; nos enamoran procurándonos paz y un sosiego atemporal; transmutan la tristeza y mecen los suspiros.
Algunos llaman a esto, meditar.
En mi página de Instagram @florasmithbcn también podéis entreteneros con algunas historias e imágenes.
¡Os deseo felices fiestas y una buena entrada de año 2020!🌠
Estoy impresionada. Escribir una novela sobre un país desconocido me resulta complicado; es un reto importante, aunque el género de novela te permite licencias.Una suerte. El caso es que, mientras más me adentro en la historia, mas me apasiona. Desde mi instagram sigo perfiles de gente que comparte fotos de paisajes de Irlanda, ruinas, castillos y leyendas. Incluso he comenzado a seguir los perfiles de algunas empresas de turismo y a los habitantes de la zona donde se desarrolla la trama de mi novela. Estoy entusiasmada. Poco a poco he ido impregnándome del talante de sus gentes y disfruto de paisajes silvestres y maravillosos. Por ello hoy he pensado en compartir con vosotros una pequeña anécdota.
Este castillo es Blarney Castle.
Está ubicado en Cork, en Irlanda. En él, hay una piedra mágica a la que llaman la piedra de la elocuencia. Dicen que aquél que besa por debajo la piedra que hay en el matacán, adquiere la virtud de hablar con fluidez y versatilidad, con don de gentes.
Pero ocurre a veces, que algunos niños traviesos escapan de la tutela de sus padres y cambian las leyendas, o cuando menos crean excepciones.Tal es el caso de un personaje circunstancial de mi novela.
Brais era un niño muy impulsivo y tras subir las escaleras hasta la torre, fue corriendo para besar el primero la piedra de la elocuencia, Tal era su nerviosismo, que se dió un fuerte golpe y reaccionó de la peor manera : dio una patada y le escupió al pétreo símbolo. Y desde aquel momento se volvió tartamudo.
En la vejez, aún cuenta esta anécdota entre misterios y leyendas a sus contertulios y su lengua se desata tras algunas pintas en la taberna del puerto, en una pequeña isla de la agreste costa irlandesa.
Me gusta familiarizarme con las costumbres del lugar donde se desarrolla la trama y por ello decidí elaborar el pan de soda, un manjar de la tradición irlandesa. Me siento mas cercana a mis personajes y me ayuda a entender sus vicisitudes y costumbres. Y además me lo paso bien. Por cierto, está delicioso y su elaboración es sencilla.
Mientras se horneaba la masa, mi mente volaba imaginándome trayectos y viajes de algunos de los personajes, recorriendo bonitos paisajes que me hacían evocar leyendas y misterios, siempre acompañada por el duende guardián. ¡No me deja ni a sol, ni a sombra!
Ya falta menos para que conozcáis toda la historia, aunque aún me queda ensamblar los últimos capítulos y corregirlo…
¡Que ganas tengo de tener acabado el libro en mis manos!
Os dejo en buena compañía: un vídeo musical de Enya
Tras un tiempo en dique seco, vuelvo a navegar con la mirada en un horizonte que presume nuevas expectativas. Primeramente quiero presentaros un libro editado por la Asociación de Escritores Amateurs a la que pertenezco: www.asociacionescritoresamateur.com
Cruce de Caminos—como se titula el libro—nació de la inquietud de los fundadores de la asociación, por reunir en un mismo volumen a diversos autores amateur, algunos con varias obras publicadas. El valor de este libro—mas allá de la intención de dar visibilidad a los autores noveles independientes y reivindicar un espacio en el mundo literario—, es mostrar a los lectores un aperitivo de los diferentes estilos y géneros de sus autores noveles, entre los que encuentran varias relatos y poesías de temáticas diversas. He contribuído en Cruce de Caminos, con un relato inédito titulado "Los tiempos".
EntreTRENimientos está muy contento por tener compañía. Esta tarde los he sorprendido tomando un té, mientras se contaban mil y una historias...
Lo que todavía no les he dicho, es que en breve tendrán más compañeros: un par de libros de otras colaboraciones que he llevado a cabo con sendos relatos, cuyos beneficios irán destinados a ONGs y fundaciones de interés social y que ya anunciaré en su momento también en este blog. Los relatos giran en torno a las mujeres y también sobre historias de la ciudad de Barcelona.
¡Estoy impaciente por tenerlos ya en las manos!
No penséis que este tiempo en dique seco he estado ociosa. Actualmente estoy acabando una novela con pinceladas históricas inmersa en el realismo mágico propio de Irlanda, aunque no tiene que ver ni con Juego de Tronos ni con guerreros tipo manga…
Escribir una novela no es nada fácil. Requiere un gran esfuerzo, sobre todo para escritores amateur como yo. Sin embargo el proceso es muy creativo y gratificante. Siempre comparo a los relatos como un ejercicio mental similar al aeróbico. Y a las novelas como un ejercicio de musculación. Hace ya cuatro años que trabé una relación especial con los personajes de mis cuentos de la Dama del Mar, cobijada entonces por mis compañeros del Aula de Escritores, a los que agradezco sus críticas constructivas, sus sugerencias y aportaciones y su empatía. www.auladeescritores.com
Es sorprendente cómo llegan a ensamblarse algunos personajes con la vida real. Con la mía, me refiero, aunque a veces tengo la impresión de que soy yo la que me entrometo en la vida de mis personajes…. Desde entonces están presentes en conversaciones, reuniones y celebraciones. Formarán parte de mi mundo para siempre.
Hablar de la novela me aleja de la soledad del escritorio, tan necesaria por otra parte, para que cuajen la trama y la construcción de los personajes. Cuando hablo de ellos, con mi familia y amigos la pasión con que lo hago me hace perder la noción del espacio y del tiempo. He viajado mas escribiendo ficción, que en el mundo real. Incluso he soñado tramas, soluciones a los nudos y gazapos y he vivido en parajes asombrosos algunas noches, en que un lápiz y un pequeño bloc de notas ha sido imprescindibles en mi mesilla de noche. El cerebro es un pozo de sorpresas repleto de magia, del que bebe la escritura y proporciona disfrute al lector. Y al escritor.
La niebla acaricia los prados verdeantes que se bañan en el mar, cuyo bramido es capaz de sugerir un encanto...
Siento ya la brisa fresca del otoño y también su melancolía. Las olas nos traen secretos y mensajes desde las profundidades, que son desvelados en la rompiente. La espuma, siempre en la retaguardia, aprovecha la retirada de las olas, para llevárselos de nuevo con la resaca, al reino de Hadal , antes que las fuerzas oscuras puedan interpretarlos; arrebatarlos.
Entonces escucho el crujido de unas pisadas sobre la hierba detrás de mí y percibo una presencia. Un conocido aleteo me tranquiliza. Es Fochla, el dragón. Y como es su costumbre, se posa en mi hombro emitiendo un cariñoso gorjeo gutural. Repliega sus alas y contempla conmigo la puesta del sol mientras espera nuevas aventuras.
En esos instantes, la brisa cesa, las aves callan y el mar se encalma. Reina el silencio y la naturaleza nos regala paz.
Os recuerdo que podéis visitar mi página de instagram @florasmithbcn. Gracias por acompañarme en esta aventura que es escribir. ¡Feliz lectura!
¡Que aire tan fresco se respira a bordo de un barco cuando navega a vela! Tan diferente del olor a gas-oil que emana de la sentina y del escape del motor en otros buques que navegan solo a motor...
¡Que placer respirar! ¡Oler el aire limpio!
A veces tenemos la oportunidad de disfrutar del olor a salitre en las playas y zonas marítimas aledañas. En las marismas también, aunque el olor es diferente… Somos capaces de discriminar, seleccionar y memorizar un número ingente de olores y sus variables. Y además el olfato puede educarse, si tenemos esa capacidad innata bien desarrollada. No obstante, olvidamos con frecuencia que nuestro olfato nos proporciona gran cantidad de información de nuestro propio cuerpo, ya sea a consecuencia de la evolución hormonal, o de alguna enfermedad que padezcamos; las enfermedades "huelen de manera diferente" y son capaces de modificar el sudor, la orina y la sangre; eso lo sabemos bien los que nos hemos relacionado estrechamente en el ámbito sanitario con el cuidado de los enfermos. También huele diferente el medio ambiente en el que estamos en cada momento y las variables que lo modifican. Frecuentemente y aunque sea de manera sutil, el olfato nos hace evocar recuerdos.Y viceversa. Para recordar, a veces olemos adrede cosas, objetos, ropas, o volvemos a lugares "que huelen a"… El olfato de una manera contundente, nos alerta ante peligros y agresiones diseminadas en el aire, como un escape de gas…
Afortunadamente, la mayoría de las veces, tomamos con-s-ciencia de lo que olemos a consecuencia de una actividad placentera, como impregnarnos con una colonia o un perfume en nuestro cuidado personal. Bien lo saben los agentes de marquetin de las multinacionales de aromas y perfumes. Los olores crean identidad. Y nos la recuerdan. La nuestra y la de los otros.
Nos gusta regalarnos el olfato, también con flores, con un guiso u otro tipo de alimento especial; sobre todo con algunas bebidas cotidianas, que son capaces de hacernos desear un instante de asueto para poder disfrutarlas, como un buen té…
¿Quién se resiste al olor de un buen café por la mañana?
Los olores nos han marcado socialmente. Los usamos de manera cotidiana. En la época contemporánea, el olor a limpio del gel de la ducha, el olor del dentífrico, de la gomina, la laca, el desodorante, la colonia o el perfume, se han catalogado ya como imprescindibles en nuestra sociedad.
Por otra parte la inclusión de nuevos olores —alejados de las formas naturales y aromáticas con que impregnábamos las estancias y ropas de antaño—, han apostado por la inclusión de derivados del petróleo en la fabricación de la industria de los aromas, perfumes, suavizantes, ambientadores y todo producto al que se le pretenda conferir un olor mas intenso y que perdure más en el tiempo.
Ello nos lleva a estar oliendo "algo" —constantemente— y de manera contundente. La intensidad de los aromas y olores está saturando el aire que respiramos, cargada además de componentes que pueden generar cierto nivel de toxicidad o intolerancias.
También necesitamos un respiro al oler. ¡Aire limpio! Nuestros pulmones, nuestra garganta y nuestro cerebro nos lo agradecerán.
Cada vez es mas frecuente "tapar olores", subiendo la saturación del olor del ambientador de la Oficina o de los vestuarios, otras veces es el intenso perfume que utilizamos, o el del desodorante personal; y también y diariamente, el suavizante de la ropa.
Traspasar la frontera de las estanterías en el sector de limpieza de las grandes superficies, o en la zona de perfumes y maquillajes es impactante. Todo huele a esos productos. Irrita la nariz y la garganta de muchos usuarios. Ni que decir de los fuertísimos ambientadores de cines y lavabos públicos. O de los productos de limpieza en la Cocina, y en la higiene del hogar.
La casuística es muy amplia y diversa. La cantidad ingente de productos químicos que pasan por nuestra piel, por nuestros pulmones, por nuestro cerebro, y por nuestros hogares están colapsando nuestro aire. ¡Y nuestras aguas!
No olvidemos que todos los desagües, van a los ríos y por tanto, al mar. Y que tanto producto químico tóxico —y, además, mezclado entre sí—, revierte en la cadena trófica y en la cadena alimentaria. Los derivados del petróleo alteran las hormonas y afectan a nuestra salud, mas allá de los tubos de escape… Nos estamos envenenando nosotros mismos, porque diariamente utilizamos productos insalubres.
Dicho esto y mas allá de estas crónicas del día a día de cualquier persona de a pie, en lo que quiero incidir especialmente, es en la importancia del olor en los recuerdos.
Sin lugar a dudas, todos recordamos los malos olores. Los evitamos. Es lógico.
No obstante, en nuestro cotidiano hacer , ya desde los hogares, tendemos a "borrar olores propios agradables", tendemos a sustituir los olores personalizados por "olores de marca estandarizados". Y con ello borramos también el olor de nuestra historia, de nuestros recuerdos. La sociedad de consumo y la invasión sistemática de nuestros espacios por parte de estas sustancias odoríferas, que cada vez se prolongan más en el tiempo a golpe de derivados del petróleo, actúan de borradores.
El olor a ropa vieja ya no existe. El olor agradable de las personas se borra...
En un futuro —quizás no tan lejano— ya no podremos decir: huele a Tí. Quizás esta frase solo sea recuperable en novelas románticas y relatos, aunque quizás en un futuro, el lector ya no sepa como reproducir un olor que ya no percibe, ni pueda reproducirlo en su mente. Cosas de escritores. Ya sabéis que tendemos a dramatizar…
[…]
Ana, Balbina y Lourdes recogían el menaje de La Cocina de su madre. Ésta había fallecido hacía un par de meses y hasta la fecha no habían encontrado ni ánimos, ni tiempo suficientes como para enfrentarse a la dura tarea de deshacerse de las cosas que habían rodeado su vida en aquel rústico pueblo gallego, distante de la ciudad a mas de una hora en automóvil, pues el bus de línea, solo hacía dos viajes de ida y vuelta al día.
Cogieron la silla de ruedas y su andador, para darlo a la beneficencia. Luego entraron en el aseo y cogieron las peinetas negras con las que recogía su moño plateado, acariciándolas y mirándolas con melancolía. Sus pendientes negros —aquellos que guardaba para los días de luto y entierro— , estaban encima de su tocador. Y el colgante a juego en el joyero, bajo la tapa que alojaba unos utensilios de manicura que nunca utilizó. Allí guardaba las joyas de la familia, que ahora tendrían que repartirse irremediablemente. En aquella vieja casa de ladrillo y piedra, las tres hermanas rememoraban sus días de juegos y su infancia.
—¿Te acuerdas cuando nos poníamos sus zapatos de tacón? ¿Los que guardaba para las bodas?
—Me encantaban y eso que mis pies cabían solo en la punta…
—¿Alguna de vosotras quiere las peinetas..?—dijo la tercera.
Toc toc...
—¿Quién será a estas horas? Está chovendo—dijo Ana.
— La señora Encarnación, seguramente. Me dijo que se acercaría para vernos—dijo Balbina. Menos mal que hacían buenas migas… ¡¡Voy!!—gritó dirigiéndose apresuradamente hacia el vestíbulo.
— Pues si. Tantos años de amistad, le hicieron muy bien a madre. Se sintió muy acompañada luego de la muerte de padre—dijo emocionada Lourdes, mientras abría el joyero.
— Gracias a Dios que Encarnación recogió la casa cuando nos fuimos en la ambulancia. ¡¿Quien iba a pensar que madre estaría tantos días en el hospital?! dijo Ana.
— Salimos corriendo y ni echamos cuenta de lo que quedaba en la nevera. Y encima se estropeó. ¡Que desastre! Me dijo la hija de Encarnación, que hasta habían gusanos en la carne del cocido y que había moho por toda la nevera. Menos mal que no abrí yo la nevera —dijo Lourdes con una mueca de asco—… no quiero ni pensarlo.
—Una suerte que haya limpiado la casa. Tenemos que pagarle la limpieza y las horas que haya echado, además del mes. Se nota que ha limpiado bien. Huele a limpio.
— ¿Donde está?
— Ahora viene, que ha ido a buscar unos guantes que se dejó en el lavadero—dijo Balbina.
—Suerte que aún huele a chimenea. Me consuela llegar a casa y recordar como prendíamos la lumbre y poníamos el pote en el trébede. ¿Os acordáis el olor de los cocidos que hacía madre? Esta casa nunca a olido a Chinpún Ultramax—dijo Ana— . Se me hace raro.
—¿A que dices que huele?preguntó Lourdes extrañada.
—Es el fregasuelos de moda. En todas las tiendas y bares huele así.
Mientras Balbina iba hacia el colgador que había tras la puerta, Lourdes abrió el armario ropero. Y lo encontró vacío.
—¡Anda…! Exclamó Lourdes. ¿Y la ropa?
Lourdes y Ana miraron desconsoladas aquel espacio muerto. Esperaban encontrar los vestidos de su madre colgados y en los estantes, su ropa interior, sus visos y toallas bien doblados, con una pastilla de jabón de Flores de Pravia entre las piezas. Su madre colgaba sus vestidos entre saquitos de ropa repletos de flores de lavanda que ella misma recolectaba.
—Bueno está. ¡Que ganas tenía de veros!—dijo Encarnación aparcando un carro con dos grandes fardos en el recibidor de la casa y dejando un enorme paraguas—el del pastor, su marido—, dentro de un cubo que había al lado de la puerta. Seguidamente, se anudó el pañuelo negro que llevaba en la cabeza.
—Hola, Encarnación. Si que andas cargada… ¿Que traes?—preguntó Balbina
Lourdes y Ana adivinaron el abultado contenido y se miraron temiendo lo peor…
—Pues la ropa. La he lavado todita para que —cuando vinierais— ya estuviera limpia para llevarla a la parroquia. Ahí la dejo, ya vendré a buscar el carro cuando acabéis, que tengo que irme al chamizo de la Bernarda, que va a parir la Canela.
Y desdoblando un papel que tenía unas sumas escritas rudimentariamente con lápiz, señaló el total.
—Son setenta euros. Ya me lo daréis cuando os vaya bien, que no lo digo por cobrarlo hoy.
—No, mujer. Tenga, tenga..—dijo Balbina rebuscando el monedero en el bolso. Así ya está zanjado, que luego no sabemos cuando podremos volver..
—Gracias niña. Fregué todo y tiré unas cáscaras de naranja y unas ramas de menta que colgaban de La Cocina. Hay un par de bolsas en el patio. Son para tirar. Me tomé la libertad de recoger las cosas del lavabo y algunas cosas viejas que encontré sobre la mesilla de la máquina de coser, que me pareció que no valen. Si me hacéis el favor, las tiráis vosotras, que ahora han puesto unos contenedores nuevos abajo, en el cruce con la general y me queda lejos.
—Tranquila mujer, muchas gracias por todo. Está todo impecable. No se que hubiéramos hecho sin su ayuda. Que vaya bien lo de la Canela. Ya la llamaremos cuando vayamos a venir otra vez, para el verano. Gracias.
—A vosotras. Andad con Dios—dijo mientras se metía los billetes por el escote de su jersey negro.
Balbina cerró la puerta y miró la casa en silencio. Ya no les quedaba nadie. Entonces se dió cuenta de que sus hermanas habían abierto uno de los fardos y tenían cogidas algunas prendas de ropa, estrechándolas contra su pecho. Y las olieron…
— ¡Maldito suavizante! gritó Lourdes con desconsuelo, mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas. No la huelo. No huelo a mamá—dijo sollozando.
—Todo está lavado—dijo Ana. Ya no hay remedio..
En silencio, las tres fueron repartiendo la ropa en varias bolsas y se guardaron algunas piezas de ganchillo hecho por ella, como recuerdo. Y el joyero. Luego se acercaron a la parroquia para que las aprovechara la gente mas necesitada.
Iban hacia el coche, cuando repararon en que no habían cogido las basuras.
Entraron a la casa las tres, para revisar que no hubieran olvidado algo mas, pues estaban tristes y despistadas. Cogieron las bolsas. Y súbitamente, un olor familiar les llegó. En el fondo de la bolsa había un manojo de cabellos enredados en un viejo cepillo. ¡Y la vieja botella de plástico azul con la colonia que utilizaba su madre.
También rescataron tres viejos pañuelos planchados y amarilleados por el transcurso del tiempo, con unas franjas de vainica, que olían a ella. Las tres hermanas, olieron aquella agua de colonia. Una colonia casera, hecha por su madre, con la que solía refrescarse y de la que también solía verter algunas gotas en pañuelos y ropas de cama. Pusieron cada una su pañuelo, en un tarro de cristal, de los que guardaba para las conservas, para gozar de su recuerdo.
Aquella noche, evocaron su presencia. Aquel olor les hizo soñar con el amoroso abrazo con que su madre solía recibirlas cuando iban a verla. Siempre tenía preparada una botellita de esencia de flores para cada una de ellas...
El título de hoy obedece a un flash de emociones ante el triste suceso de ayer, con el incendio de Nôtre Dame, en París. Siglos de historia devorados por las llamas. La gárgola, pétrea y pensativa contempla la ciudad en su duelo. Parece que su expresión nos dijera: ¡Otra vez! ¡Cuantos sucesos, historias y leyendas habrá contemplado o escuchado desde su pedestal!
Victor Hugo se enamoró de ella, de la catedral, de su historia. Y Quasimodo también. Nos quedan sus libros, sus manuscritos, los planos, los documentos digitales, las fotos, los vídeos, la música y incluso un musical, que transmite una de tantas historias de amor que ha inspirado esta emblemática y bella catedral. Seguramente disponen de un valioso arsenal de datos que posibilitarán su reconstrucción. Un recurso con que paliar la pérdida.
Afortunadamente la piedra, mas resistente, aguantó el embate. No obstante algunos lienzos, retablos y libros habrán sucumbido al fuego, al igual que vigas, ornamentos y la sillería de madera noble tallada. Los libros, enciclopedias y manuscritos diseminados por el mundo, junto al soporte digital posibilitarán su recuerdo de manera mas entrañable y personalizada.
Hace años contemplé sobrecogida otros incendios—esta vez en de la mano de la ficción—, que constituían parte de la trama de dos buenas películas: Hypatia y El Nombre de la Rosa, donde se quemaban libros y manuscritos, tesoros del pasado. Y aún así, aquellas imágenes me sobrecogieron.
Sería bueno que, ahora que disponemos de muchos medios, cualquier bien cultural e histórico, y todo lo que signifique Historia con mayúsculas, se dote de sofisticados y eficientes sistemas anti-incendios, mejores si cabe, que los que disponen los grandes bancos y edificios gubernamentales. No quiero imaginarme el trance emotivo por el cual han pasado los bomberos de París, mas allá de las dimensiones del descomunal incendio y de que uno de sus compañeros lamentablemente resultara herido. Afortunadamente las puertas se habían cerrado ya y el destino, buena suerte, o como queráis llamarlo, evitó lo que pudo haber sido una tragedia humana con numerosas víctimas.
Mas allá de esta reflexión las cosas, los objetos, se pueden rehacer y edificar de nuevo, aunque se perderán el glamour y los matices: la esencia y el arte intrínseco de sus constructores y autores. Posiblemente los que la reconstruyan querrán dejar su propia huella,porque cada ser humano es irrepetible ya sea en la escultura, en la pintura, o en la arquitectura. Y también lo son los que se ahogan en el mar… Ojalá que Europa se una para todo. Ojalá se impregne del espíritu de Quasimodo.
No hay mas que añadir en un día en que la consternación por lo ocurrido reina en la vieja Europa y mas allá. El duelo por esta pérdida histórica cultural y artística, es y será especialmente duro para los franceses, mas allá de su opción religiosa. Es una pérdida para todos.
La historia es un tanto cruel, y nos envuelve en un halo misterioso en el cual tenemos la percepción que tenemos tiempo para todo y que todo es para siempre. Sucesos como el de ayer, nos recuerdan que la vida es efímera. Y que la historia material se puede borrar en un plumazo. Escribir, transmitir conocimientos de boca a oreja, enseñar y reeditar oficios que se extinguen, editar los conocimientos en cualquier tipo de soporte se hace imprescindible para comunicar experiencias y cultura. Canteros, ebanistas… Transmitir a las nuevas generaciones lo aprendido ancestralmente, es esencial para el arte y la cultura.
A modo de homenaje, acabo esta entrada con un fragmento del musical
"Nôtre Dame de Paris: Le temps des Cathédrales".
Esperemos que Quasimodo haya hallado un buen refugio.
Cuántas veces decimos, o pensamos: ¡Necesito un respiro! Voy a que me dé un poco el aire… Pásame aquella revista o el abanico, que necesito darme aire…
La brisa o el viento nos dan aliento, energía, nuevos ánimos, alivio y relax; placer. Necesitamos aire fresco. Respirar. Tomar consciencia de ello… Respirar. Aprender a respirar...
¿Qué tendrán la brisa o el viento, que son capaces de invitarnos a desconectar del mundo que nos rodea y que nos ayudan a sumergirnos en nuestro interior?
Nuestro interior. Aquél recóndito lugar etéreo, indefinido… Allí donde nos encontramos con aquel yo desmadejado; disperso y enajenado por el ajetreo frenético de la vida, del estrés y la sinrazón...
EL OLOR DEL VIENTO.
Violeta contempló sosegadamente el verde prado, mientras esperaba. Alzó el mentón y apoyó su cabeza en la pared de la rustica masía; y cerró los ojos, para disfrutar de la fresca brisa vespertina con la que iniciaba unos dias de merecido descanso. Y respiró hondo, disfrutando de aquel momento.
Habia salido de una guardia especialmente dificil repleta de olores intensos. Algunos nauseabundos... Viejos conocidos. Estaba haciendo un estudio sobre el impacto de los olores en el cerebro. Y tambien un manual de diagnósticos odoríferos: el olor dulzón de los estafilocicos en orina; el olor acre del sudor de la cirrosis; el olor metálico de la sangre; el denso y vomitivo olor del pus de un abceso desbridado; el olor amargo de la bilis. Olor a mujer; olor a hombre…
¡Había tantos olores diferentes según las personas, su edad, sexo o raza, que tenía marcados a fuego en su memoria! Reconocía y anticipaba probables diagnósticos solo por el olor al entrar en la habitación de los enfermos.Aun así, en su vida cotidiana no se refugiaba en perfumes intensos ni en ambientadores contundentes. No pretendia borrar su memoria odorífera, embotando su olfato. Y menos con aromas fuertes y agresivos, como ambientadores y perfumes incluso de alta gama, repletos de disruptores endocrinos y bisfenoles, ya que sabía que su intenso olor suele fijarse con productos derivados del petróleo…
Una generosa ducha con jabón neutro aderezado con algunas gotas de limon o de naranja natural había sido suficiente para gratificar su olfato, saturado por tan intensa jornada. Y tan sensible en su estado... Alan le había obsequiado con un perfume natural. Sutil. Casi imperceptible. Estaba elaborado a la manera tradicional, con almizcle, disoluciones alcohólicas y aromas de algunos aceites esenciales afrutados. Acaso melisa, mandarina o azahar.
Violeta había vertido un par de gotas en su blusa y en el cabello. No quería que aquel sutil perfume borrara su olor en aquella nueva cita…
Para ella existían tres aromas sagrados: el propio, el olor de los bebés, y el olor del viento...
Oler, respirar…¡Tómate un respiro!
Hoy como complemento a esta entrada, comparto con vosotros un vídeo práctico del Dr. Mario Alonso Puig. Este es un vídeo corto en el que realiza una práctica de relajación a modo de tutoríal y que dura unos minutos. Aprender esta sencilla técnica nos puede reportar saludables beneficios.
Añado además, un vídeo largo de 1 hora de duración en el que explica los intríngulis en la automatización de nuestra conducta y las fuentes de estrés.
Sabido es que en muchas ocasiones, los escritores necesitamos aislarnos del mundo; rodearnos de silencio y de quietud. Para un escritor amateur como yo, que va arañando el escaso tiempo del que dispone y no siempre con circunstancias favorables, escribir, a veces resulta complicado. Por ello, esta fotografía emula mi anhelo. Quietud, silencio, calidez, sosiego, soledad. Nada mejor que un bosque ausente de sonidos. Esto ocurre cuando nieva...
La Luz del candil delataba la actividad en la cabaña. Escuché el sonido del apasionado tecleo de una máquina de escribir. Anduve sigilosamente y cobijado por las sombras, pero el crujido de la nieve delató mis diminutas pisadas.
Con una mano limpié la nieve de los cristales, mientras sujetaba con la otra un viejo libro. Y miré hacia el interior. El chirrido de la puerta me alertó, y al girarme vi que una sombra se abalanzaba sobre mí y cogiéndome con firmeza me llevó en volandas hasta La Luz.
—Ehhhhh—grité asustado, pero indignado Y me soltó.
Simultáneamente me giré al escuchar detrás de mi un fuerte chasquido proveniente del frondoso bosque. La nieve acumulada en las ramas de los abetos, fue sacudida por un ser oscuro y harapiento que corría desesperadamente hacia la casa. Dí un traspiés y viendo que ya estaba dentro de la cabaña, suspiré aliviado; ¡había conseguido cruzar el umbral luminoso!
Drástica, la puerta, se cerró de inmediato tras mis pasos. Y el Halo de los Sucesos, selló la puerta.
La voz socarrona de Diptongo, el escritor, resonó en la estancia:
—Duende..., ¡pillastre! Te has adelantado a la bruja.
—Temí no conseguirlo.
—Ojo, que aún anda fuer merodeando…¡Menudo susto me has dado!
—Toma el libro —dije—mientras de puntillas, alcancé con cierta dificultad sobre la mesa, aquel
antiguo compendio de hechizos y conjuros.
—Te has ganado una taza de chocolate caliente. ¡Estoy muy contento!
Brrrr…
—Me vendrá bien —dije frotándome las manos para desentumecerlas.Estoy cansado. Ha sido difícil.
—Cierto. Pero lo has recuperado. Pues no creía que…
—Tengo mucho frío…—dije mientras un escalofrío recorría mi espalda—.
Cogí la taza que me ofrecía mi amigo, el gruíter y miré con cierto temor hacia la ventana, donde el rostro iracundo de la bruja Brasas, se aplastaba con ímpetu contra el cristal de la ventana. El odio de su mirada me hacía estremecer y me quitaba el aliento. Sus estridentes alaridos de rabia rompieron el silencio de la noche, hasta que apareció la Dama de las Nieves y conjuró al silencio. Y la dejó muda hasta que llegara la primavera. La miré de nuevo, pero mas tranquilo, puesto que ya estaba a salvo y corrí las cortinas para no ver su fea expresión; y suspiré aliviado. Ella ya no podría entrar en la cabaña de las musas. Ya no podría quebrar el silencio. Ya no podría quemar los valiosos libros que allí se guardaban…
Aquella noche por fin dormí tranquilo, arrullado por el mágico y recurrente sonido del tecleo...
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Escribir una novela me resulta muy grato, pero difícil de congeniar con las vicisitudes que la vida me pone en el camino. Acabar y revisar mi última novela me está demandando mas tiempo y esfuerzo del que tenía previsto y por ello he ido espaciando las entradas al blog. La confirmación de los datos de la documentación consultada, la creación de algunos personajes, la verosimilitud de la trama y la revisión de las palabras adecuadas y los tiempos verbales, me han supuesto un plus, en este caso. Suerte que la música siempre ameniza, inspira y me acompaña en esta aventura que es escribir… Tengo muchas ganas de acabar la novela y anunciaros por fin el título y una aproximada fecha de lanzamiento.
Dicho esto, mi debut en las redes me ha desbordado en algunos momentos, a pesar de que intento adjudicar un tiempo fijo para ello. Por otra parte hace unos días que formo parte de la Asociacion de Escritores Amateur y mi libro de relatos está de gira nacional por España, lo cual me ha exigido mas dedicación y tiempo. ¡Estoy entusiasmada con esta nueva oportunidad! Si queréis visitar la página: www.asociacionescritoresamateur.com
Y si os apetece seguir mi trayectoria en Instagram, os recuerdo mi página: @florasmithbcn Gracias.
Si os gusta escribir o estáis pensando en hacer algún taller de escritura, os invito a que visitéis la página www.auladeescritores.com. un lugar confortable donde podéis compartir ideas, palabras y fantasía y aprender nuevas técnicas para escribir mejor, respetando vuestro estilo.
Os dejo con un vídeo de fantasía que se acompaña de una bonita melodía.
Tras un tiempo en varadero, este blog retoma su singladura con el nuevo año.
Nunca mejor dicho, pues buscando en las redes alguna imagen o video con que me motivara para amenizar esta entrada, me he topado con un viejo conocido: El Bergantín Tres Hombres. Con mayúsculas.
Instagram: @treshombres.rum. y @treshombres.shipping
Aunque este bonito vídeo es del 2012, me satisface corroborar que estos pioneros—a día de hoy— siguen surcando los mares en su labor comercial con el transporte de algunas preciadas mercancías: café, cacao, ron, etc. Un transporte sostenible y una forma de vida diferente que un día resolvieron comenzar estos emprendedores, para no colaborar con la contaminación del medio ambiente y de los océanos y mantener una forma de vivir diferente, pero buscada, que es su relación con el mar.
¿Sabéis que el transporte marítimo es la 6ª causa de contaminación ambiental en nuestro planeta azul? Podéis curiosear aquí : http://www.localizatodo.com/home.html
¿A que esperamos para apoyar el transporte marítimo sostenible?
El timing, la velocidad , "la cantidad", de productos que se mueven los grandes buques para obtener un gran volumen comercial que abarate costes a los que gestionan la venta de estos productos — y sobre todo, las enormes distancias a las que se trasladan las mercancías, de una parte del mundo a otra— muchas veces sin mayor objeto que los réditos de contratación de los espacios o condiciones laborales, así como el modo "just in time" precisamente para que las fábricas y almacenes NO hayan de tener naves de almacenaje ni stocks—, obliga a mover TODAS LAS MERCANCÍAS, EN TODAS LAS ÉPOCAS DEL AÑO Y POR TODOS LOS MEDIOS: AÉREOS, TERRESTRES Y MARÍTIMOS—.
Estas políticas y actuaciones fomentadas por la globlización han resultado ser el mayor dinamizador del consumo desorbitado de combustibles fósiles y del incremento de las emisiones de CO2. Grandes buques portacontainers, cruceros, petroleros, aviones, camiones… ¡por miles de millones, las 24 horas de cada día! Año tras año.
Todo ello se ha desbordado socialmente. Además esta conducta empresarial reiterada, se ha trasladado al comercio hasta el nivel del consumidor de a pie, por un hábito inculcado expresamente e integrado ya en nuestras mentes: el usar y tirar. Una costumbre cotidiana y frenética que ejercemos durante las 24 horas durante 365 días del año.
Probad a hacer una lista con todas las cosas que tiráis desde por la mañana hasta por la noche, durante una semana. Y calcular el volumen de bolsas de basura y productos tóxicos que generaríais en esa semana. ¡Probablemente llenaríamos la habitación hasta el techo!
La industria del envasado ha de replantearse esa escalada vertiginosa que ha emprendido con el hipermegasuperenvasado, como dicen nuestros jóvenes. Es impactante y nos adentra en una vorágine y volumen de basuras inadmisible.
El caso es que, año tras año, se nos ha abocado y acostumbrado al despilfarro y a la desvalorización. A un consumismo frenético. Esto es un gran y complejo tema a reflexionar, precisamente porque abarca a todos los ámbitos de nuestra vida: higiene, educación, sanidad, laboral, construcción, movilidad, alimentación, industria, basuras, salubridad, etc. Ya sabemos que la reeducación y la reordenación social e industrial actuará lentamente pues para — "con-s-cienciar-nos"— los humanos, necesitamos tiempo y que, además, no nos pongan mas trabas en el camino que deshagan lo logrado… Es difícil. Pero no imposible.
Es evidente que no es posible ni deseable sustituir a todos estos grandes buques mastodonticos transportadores de objetos de consumo— muchos de ellos superfluos—y que es complicado racionalizar la hipermovilidad de las de personas. No podemos dejar de viajar en avión o en un Ferry. Pero está claro que no es sostenible vivir en Barcelona y trabajar en Gerona, o Tarragona o Londres o París cada día. Y mucho menos ir de compras o de finde asiduamente a otro continente a golpe de combustible y CO2…a low cost.
Low cost. Esto ha resultado ser un despropósito medioambiental, por su gran repercusión. La industria aeronáutica—sin control— se ha desmandado. Es una locura.
¿Como puede ser que me cueste menos un billete de avión a cualquier ciudad europea, que un taxi a la periferia de la ciudad?
Está claro que tenemos que viajar. Pero, o racionalizamos los viajes, o ponemos cuotas de consumo por persona en los desplazamientos, o utilizamos otros medios que no contaminen. Y para eso, la industria y la tecnología han de crearlo. ¿
¿Que no podrá hacer en la tierra la industria aeronáutica, si es capaz de llegar a Marte y mas allá….?
Es imprescindible que los gobiernos apuesten por la investigación en nuevos medios de transporte sostenible , o por la modificación en los combustibles y maneras de propulsión, que por falta de tecnología, no será… Si destinaran los recursos que dedican al armamento y a las guerras, a estas investigaciones, iríamos mejor. Al fin y al cabo los inventos estelares de la humanidad en el siglo pasado comenzaron a investigarse y se crearon para las guerras…. ¡Pasemos esa página!
La logística que han generado los intereses comerciales, empresariales, bancarios y políticos — que son los que nos han creado necesidades al usuario y al cliente— , y los que nos han proporcionado los vehículos, artefactos y otros productos contaminantes, no obstante, no puede desacelerarse bruscamente, ni de hoy para dentro de un par de años, para no colapsar el sistema.
Pero podemos cambiar el chip, y también el vector de aceleración, para contribuir a mejorar la calidad del medio ambiente; para fomentar un comercio y una movilidad mas racional y para crear puestos de trabajo y formas de vivir que mejoren la calidad de vida de las personas. Para vivir mejor y a un ritmo mas natural. Los pequeños productores pueden tener una salida al mercado de una manera mas accesible y diferente, lejana a las exigencias de las grandes superficies y a la decadente calidad y sobreexplotación de los recursos que exigen algunos mayoristas e intermediarios sin escrúpulos. Nosotros solitos, los consumidores hemos barrido al pequeño comercio. Cierran tiendas de alimentación, de moda, librerías, pescaderías…. Preferimos ir a comprar a las grandes superficies. "Necesitamos comprar ajo negro, manzanas violetas y berenjenas de color fucsia, para hacer un plato delicatessen. No importa que vengan de los confines del mundo y que el coste ambiental de su transporte sea inasumible. Vivimos en una sociedad que valora en exceso la imagen y las innovaciones superfluas con que redecorar nuestra vida, — mientras deglutimos piretrinas, bencenos , mercurio y aluminio aliñados con berenjenas, ajos y manzanas— ...
Volviendo al transporte más sostenible, cualquier alimento o mercancía no perecedera, podría transportarse allende los mares con barcos a vela. De hecho ya existen algunas empresas con estas características. Ya hay navegando algunos preciosos barcos veleros-cargueros por los océanos: los Sails Cargo. Son pocos. Apenas actúan como los embajadores de una idea, de una conducta y de unas actividades comerciales sostenibles, que aún hoy día, quizás no puedan ser accesibles a todos los públicos…. Necesitan mas tiempo, veleros mas grandes y empresas que se impliquen en sus actividades, como para rentabilizar y abaratar los productos.
No es nada nuevo. Ya lo hicieron en su época, las flotas de los grandes clíperes como el Cutty Sark, que transportaban té, con la connotación de que su exquisitez dependía del tiempo transcurrido desde su recolección y de su estado de conservación, para evitar mohos y su oxidación; el excelente estado en que llegaba a Londres — y que daba fe de ello el palacio de Buckingham, regio receptor de la llegada del primer fardo de té— lo que me permite intuir que hay muchísimos productos —no tan delicados como el té— que podrían transportarse a vela.
Tambien existió la llamada Flota del Grano, destinada a transportar cereales, en su mayor parte cebada y trigo, en grandes veleros como el Pamir. Pueden transportarse frutas como cocos, frutos secos, etc. Nuestro centenario pailebote Santa Eulalia— amarrado en el muelle de Barcelona—, sabe bien de estas tareas, pues este barco las realizó entre las Baleares y electoral mediterráneo si no recuerdo mal. Transportó material de construcción, sal, madera, cerámicas, madera y otros productos. Los pailebotes son un tipo de velero muy adecuado pues su diseño permitía que su gran bodega albergara almendras y aceite entre otros cuando navegaban rumbo a Cuba y a diversos lugares de Centroamérica y a la vuelta regresaban cargados con azúcar, ron, tabaco, café, etc. Los veleros con velas cuadras son idóneos para cruzar el atlántico empujados por los alisios...
¿Qué no podremos hacer hoy día que no hicieran nuestros antepasados con galeones, bergantines y fragatas desde el siglo XVI y con muchos menos recursos?
Y no me refiero solo al transporte transoceánico de ultramar….
¿Acaso no podríamos transportar productos entre el Mediterráneo en un circuito Barcelona y Tarragona y Valencia en barco? ¿Porque no transportar productos y pasaje a las Baleares, Cartagena, Málaga, Francia mediterránea, Italia, Grecia, etc? por citar algunos puertos importantes del litoral mediterráneo. Y ya en la costa atlántica ¿porqué no crear una línea de transporte entre Canarias, Huelva, Cadiz, Portugal, Galicia, Cantabria y País Vasco? ¿O entre Francia e Inglaterra; entre Inglaterra e Irlanda ú Holanda, Alemania y mas allá…?
¿En qué barcos podría hacerse hoy día?
El caso es que podrían recuperarse fragatas y goletas antiguas de las que todavía quedan para reunir una flota de transporte, dando un nuevo valor a estos veleros con la energía del viento: más lenta, sostenible, y medio ambientalmente saludable. Y por supuesto construir nuevos barcos veleros mas ergonómicos y adecuados a lo que tuvieran que transportar...
Existen muchos barcos en los cementerios navales de algunos puertos y algunos de ellos podrían ser candidatos a un nuevo arbolado y rehabilitación, como ocurre con el SV Brigantes, un barco recuperado de mas de un siglo ( 1911) que va tomando forma y lo están rehabilitando en Trapani
( Sicilia / Italia)
Esta nueva tendencia nos permitiría minimizar gasto de combustibles y sus emisiones, pues los veleros tan solo utilizan el motor para maniobras de emergencia y para la seguridad en la entrada y salida de los puertos. El motor podría ser eléctrico o de hidrógeno, o de agua de mar, rizando el rizo.
No es una quimera. Es posible. No para todo; pero sí, para muchos productos. Estos barcos Incluso podrían ser mixtos de pasaje y carga, como se hacía en la antigüedad. Algunos de estos barcos que os doy a conocer, tambien ofrecen la oportunidad de trainingship ( buque-escuela) y en algunos casos admiten pasaje en alguna de sus singladuras o viajes.
Me gusta pensar que el horizonte se cubriera de nuevo con grandes veleros silenciosos y emblemáticos que contribuyeran a disminuir el número de las grandes moles de containers metálicos que transportan los enormes buques mastodonticos.
Para optimizar el coste del transporte, frecuentemente los cargueros mastodónticos — por la pérdida del centro de gravedad, debido al oleaje y a la altura de su carga— , pierden numerosos y enormes containers de los que llevan apilados, que se hunden irremediablemente en las profundidades de aguas azules de los océanos, en mar abierto. Nadie va a recuperarlos. Nunca. No se puede. Con un poco de suerte algunos acaban varados en las playas… y otros quedan depositados en el cementerio oceánico junto a los barriles radioactivos que ese corroen en el fondo…. ¿Hasta cuando vamos a envenenar el planeta?
La meteorología es la mayor adversidad del transporte naval. Y el exceso de la altura de la carga de los containers, para "optimizar" la rentabilidad del viaje, es un alto riesgo conocido por todos. Aún así, tientan la suerte. Pagan los seguros. Pero sobre todo, lo paga el medio ambiente.
Me gusta pensar que la enormes hélices de esos mastodontes con su velocidad vertiginosa, —esa que hiere a menudo, los lomos de las ballenas, o las mata, pues las ballenas nadan mas lentamente y sí o sí, tienen que salir a respirar—, afortunadamente no estarán presentes en los buques de vela pues están dotados con hélices mas pequeñas y sobre todo, porque navegan a una velocidad menor y mas respetuosa con el ritmo del océano y sus especies.
Al ser barcos relativamente pequeños en comparación a los trasatlánticos, petroleros y otros, la relación de estos veleros y de sus gentes con el mar —no se adultera—, porque no se olvidan del medio al estar en permanente contacto y simbiosis con él.
Me gusta pensar las toneladas de combustible y de emisiones contaminantes que se ahorrarían con este medio de transporte a vela implantado globalmente en todos los puertos del mundo, pues ayudaría a atenuar el maltrato que infringimos al planeta, pues respiramos y nos alimentamos de él. Lo poco va sumando… Lo pequeño es importante.
Por otra parte, se dinamizaría la utilización de los astilleros artesanales que aún quedan, pues la construcción de esta hipotética flota sostenible, iría recambiando y reponiendo los empleos que, al automatizar la construcción de los grandes ferris y fragatas se pierden por la finiquitación de los empleos cada X años. Los veleros necesitan personas. Personas disciplinadas. Profesionales. Asertivas. Empáticas. Convencidas. Ilusionadas. Trabajadoras. También supondría una recuperación de algunos oficios artesanos que se están extinguiendo y que recobrarían un nuevo impulso con el manejo de la cabuyería, la construcción de aparejos, jarcias y velas para estos nuevos barcos.
No soy ingenua y el mayor problema ante este nuevo horizonte, es sin duda la gestión del poder y su repercusión económica. Le siguen en dificultad, la velocidad y la inmediatez de las entregas; el dar el servicio; contentar al que procesa el producto y también al consumidor. ¡Ojo con el timing!
Y con el servicio logístico Just in time. Esa vorágine velocista, sincronizada que hemos creado y que devora nuestro tiempo con ansiedad y frenesí. Descoloca las producciones y el funcionamiento de los servicios si falla...
¡Que mal nos lo montamos! Siempre con prisas, con nervios, con ansiedad y con estrés.
Es necesario que reflexionemos. ¿En serio todo lo necesitamos para ¡ya! o para ayer…? La velocidad, la inmediatez y el "tener -de -todo /en -todo- momento y -en-cualquier-epoca-del-año"es la epidemia de nuestro tiempo en los países desarrollados, donde derrochamos recursos, objetos cotidianos, aparatos y máquinas y también alimentos con muchísima indolencia. Tiramos ropas porque cambio la moda, compramos compulsivamente y nadie recuerda ya como huelen el aire, o los guisos, y quizás, hasta las personas, pues existe una obsesión en que todo huela bien, e igual e inundamos nuestras casas y comercios con ambientados y olores fuertísimos. Y la paradoja es que perdemos de vista que nuestras frutas y alimentos ya no huelen. No huelen a nada.
Un elemento muy distorsionado en nuestra sociedad es la falta de paciencia. La irritabilidad ante cualquier cosa que interrumpa nuestras previsiones. El capricho exponencial. La sociedad actual está impregnada con una impronta global que es compulsiva por definición. La desmesurada competencia. El desmesurado consumo. La desmesurada manipulación que se hace en los medios publicitarios y redes sociales con los que se nos redirige la atención y se fomenta la compulsión para aumentar el consumo mas y mas. Sufrimos de Ansiedad y visceralidad y exigimos satisfacción al momento. Likes, likes, likes. Selfies. Fashion. Top...
Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar. Usar y tirar…. ¡¡Basta!!
Se está instalando en nuestras diversas culturas el concepto de vive hoy. Aquí y ahora. Y nada mas. no import el luego. Vive el momento a tope, que mañana no se sabe…
Y esto me hace pensar que aunque vivir el aquí y ahora por si mismo es muy bueno y positivo para liberarnos de la ansiedad y para disfrutar del momento con plena "con-s-ciencia"—también es cierto que esta filosofía malentendida—, buena parte de los humanos — la prostituimos o tergiversamos en una oda a la comodidad— . A falta de reflexión. Nos aboca a la impunidad; nos aligera y distorsiona la conciencia y la carga que supone el asumir nuestras responsabilidades para con el día de mañana; ese que estamos condicionando con nuestras acciones y sus consecuencias...
¿Y luego, que? ¿Qué mañana dejaremos a nuestros sucesores? Pensemos. Y actuemos.
Es bueno saber de donde venimos. Es bueno vivir el aquí y ahora. Es bueno reflexionar y ser responsables de las consecuencias de nuestras acciones. Hoy, aquí y ahora estamos influyendo negativamente en nuestro planeta con innumerables y agresivas actuaciones tóxicas y intervenciones geológicas y espaciales donde vertemos mas y mas basuras de toda índole.
Tenemos la responsabilidad de velar por ello, cada cual con lo que pueda aportar, que siempre es mas de lo que nos imaginamos. Cada individuo tiene fuerza y capacidad de decisión. Coraje. Determinación. Podemos cambiar el rumbo. Nuestras acciones cotidianas como reciclar, reutilizar y evitar la contaminación ambiental, freática, terrestre, etc. tienen gran valor en las repercusiones propias del medio donde vivimos, y también en las del medio ambiente global.
Si minimizámos la contaminación e intoxicáramos menos la tierra, limpiaríamos los ríos.
Si limpiáramos los ríos, no ensuciaríamos el mar. Si limpiámos el mar, comeríamos mas saludable y protegeríamos sus especies. Si la lluvia que cae del cielo fuera limpia ( que no lo es), iría saneando la tierra y el aire, tanto en cuanto no utilizemos pesticidas ni insecticidas contaminantes. Es un ciclo cerrado y vicioso que hay que romper….
Disculpad tanta redundancia, pero es que a veces nos olvidamos de que este ciclo existe y solo pensamos en lo que vemos o lo que conocemos… Por eso he querido enumerarlo expresamente.
Tenemos que ser conscientes de que cada día que pasa todos tenemos una gran oportunidad para disminuir las acciones tóxicas que realizamos en el medio ambiente. La industria y el comercio han de reinventarse en modo ecológico. Y los políticos también. Cada uno de nosotros podemos presionar con nuestra actitud, con nuestra firmeza el cambio que queremos en nuestro horizonte. Los consumidores tenemos el poder de comprar. O no comprar. Consumir, o no consumir.
Ese es el valor de las asociaciones, las agrupaciones, de los voluntarios y las Ong, y también —porque no— , de todas las empresas comerciales e industrias que se presten a colaborar y a reinventar el futuro. No son el enemigo. Los empresarios emprendedores son importantes para el futuro si tienen una clara visión medio ambiental y deberían liderar la industria, las empresas y el comercio, el consumo racionalizado. Esta nueva conducta, con su plan de choque podría aportar mucho al medio ambiente y a su conservación, además de garantizar su lícito negocio empresarial.
El motor de hidrógeno, o el motor de agua de mar —esos que no se quieren fabricar para uso cotidiano— nos demuestran la doble moral que existe en los grandes monopolios y en la política global.
En estos momentos, se está centrado la atención en el stop plásticos. ¡Ya era hora! Llegamos tarde, pero bueno, ya estamos en ello. Con los combustibles pasa lo mismo. La política y la industria se están centrando solo en los automóviles, que no es poco. Pero no es todo.
Nadie habla de los aviones. Ni del exceso de calefacción en invierno, ni del desmesurado frío que disfrutamos en verano en los lugares públicos y grandes superficies y oficinas; en los hoteles; en el hogar. ¿En serio hemos de estar a 24 grados siempre? ¿Invierno y verano?
Esto ocurre en los países desarrollados. Nadie habla del exceso de químicos ambientales, detergentes, ambientados derivados del petróleo, ni de la ingente cantidad de productos productos de limpieza que son muy contaminantes; ni de los aceites domésticos ni de los industriales; de los venenos y tintes ni de la tóxicidad de los metales pesados, que son un veneno de gran impacto para nuestra salud. También.
¿Quien piensa en el impacto de toxicidad química que pueden tener los trillones de baterías funcionales que luego, años mas tarde serán desechadas por la implantación de los coches eléctricos? Y con referencia al impacto del electromagnetismo que puedan generar el gran acúmulo de estas ondas en la salud...¿lo ha estudiado alguien?
El ser humano dispone de una gran inteligencia, que en demasiadas ocasiones utiliza para crear muchos y grandes problemas, pero también está capacitado para encontrar las soluciones.
Todo depende de su elección. ¿ Por qué apostamos?
No se puede desacelerar el ritmo frenético que nos han impuesto la logística y el just intime, en el ámbito industrial, comercial y social en poco tiempo. Se colapsarla el abastecimiento. Pero sí que podemos establecer pequeños cambios programados y racionalizados en el tiempo en un relativo corto y medio plazo, para una transición, por ejemplo en el horizonte de la próxima década. Se hacen necesarias y urgentes legislaciones ambientales que condicionen a la propia industria de fabricación, ya en su origen, con unos "tempos suficientes" para su adaptación y reinvención tecnológica y para que puedan adaptar o renovar sus sistemas productivos y su logística. Para que puedan redefinir sus productos. No valen las multas. Esa pantalla tiene que desecharse como única penalización, como se ha hecho hasta ahora.
¿Estamos dispuestos a quitarnos la venda de los ojos?
La racionalización de los recursos y la desaceleración en el consumo y en la velocidad de nuestra manera de vivir, tendría, —si hipotéticamente estuviéramos dispuestos a vivir mejor y de manera mas sostenible y saludable, (aquí y ahora)—, insisto..., tendría que ser con una planificación muy detallada a medio y largo plazo, para no crear cuellos de botella en el sistema industrial, tanto en la logística como por supuesto tampoco un sentido de vacío y de desgracia que importaría en ese consumidor compulsivo en que nos hemos convertido todos. Unos mas. Y otros menos. Hay que comenzar a reeducar el consumismo de los adultos, para educar a los mas pequeños.
Sería bueno decidir — desde este tan cacareado aquí y ahora—, que es lo que queremos hacer con nuestro planeta y con el rumbo a que estamos llevando a nuestro medio ambiente y nuestras vidas, nuestra salud; tenemos que intervenir positivamente en el mundo que dejaremos a nuestros hijos y nietos.
Tenemos que cambiar este rumbo suicida …. Nuestro planeta es demasiado bello para destruirlo. Y nosotros demasiado importantes, como para sucumbir a la estupidez.
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Afortunadamente, algo se está moviendo en el mundo y se suman gentes y nuevos proyectos para emprender un nuevo camino en el transporte sostenible. En este caso me centraré en el transporte por mar, con el empuje del viento….
¿Comienza una nueva era? ¡¡Ojalá recuperemos esa otra manera de hacer...!!
Aquí os paso algunos vídeos y enlaces informativos de este tema que he encontrado en las redes. Espero que os sean útiles y que los disfrutéis. Y que os aporten ideas y nuevos proyectos. El futuro se construye desde el presente.
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Desde Cornualles, Co. UK, esta bonita goleta de madera, botada en 2012, realiza transporte de vino francés y cerveza entre diferentes puntos desde Francia y Portugal.
Proyecto Ceiba. ¿Te interesa? Construcción de un velero para transporte de mercancías sostenible, y actuaciones de repoblación forestal en Costa Rica. www.sailscargo.org
Instagram: @ceiba_sailscargo
La goleta Avontuur, promocionada por la empresa Alemana Timbercoast,
ubicada en Elsfleth ha emprendido un nuevo proyecto de transporte marítimo, transportando te, chocolate, café y ron…https://timbercoast.com
Instagram : @Timbercoast
sailboatproject.org ( Sussex) Co.UK. dispone de una escuela de vela que utiliza varios barcos : el Jalapeño, Iris, Bessie Ellen y Nordlys para el transporte de aceite, aceitunas y almendras, entre diversos países. México, Portugal…
Instagram: @sail_boat_project
Instagram @towt_transportalavoile
Trasporte marítimo de cacao, vino de burdeos, cafe, te verde, ron, su base está en Douardenez, Port Rhu. Francia ——— Crowfonding Co2 free cargo by sail
#cargosailing
El SV Brigantes, es un barco de 1911 con casco de hierro que estaba arrinconado en el muelle, diríase que para desguazar. Pero alguien se fijó en él. Es el barco gemelo del Eye of the Wind. Y lo están rehabilitando para su uso en transporte marítimo sostenible ( Sails cargo ).
Transportará aceite, café, grano de cacao, ron y otros productos hasta el Mediterráneo. Su puerto base está en Trapani (Sicilia). Italia. brigantes.eu
Instagram: @sv_brigantes
¡Buena proa y buenos vientos a todos ellos!
Entonces..., ¿qué? ¿Abordamos la disminución del CO2 en todos los ámbitos, minimizando los combustibles? ¿Sustituimos plásticos y pesticidas y nos hacemos con el timón poniendo proa hacia un mundo mejor y mas saludable ?
Aquí y ahora ¡Medios hay! La voluntad y la decisión, son nuestras.